19 jun 2015

El Barco

El majestuoso barco permanecía estático, como sostenido por el inmenso banco de niebla que lo rodeaba en medio del océano. A pesar de ser mediodía, la oscuridad era total. Algunas luces salpicaban la cubierta. Las velas caían rendidas ante la inexistencia de la más leve brisa marina. Y acompañando a esta escena espectral, una lenta sinfonía compuesta por las distintas notas de los crujidos de los enormes tablones de roble centenario del casco.